Hoy en día ha estado en la
palestra política un acalorado debate sobre un concepto altamente
controversial: el aborto. En este ámbito existen 3 posiciones fundamentales:
totalmente pro-aborto, totalmente contra-aborto, y una más reciente posición,
aborto circunstancial. A continuación una breve descripción de las 3 posiciones
para luego enfatizar en el tema central del debate.
- Totalmente pro-aborto: también llamados “pro-elección” en este “equipo” tenemos principalmente a personas de religiones fundamentalistas como el islam y agrupaciones de mujeres que luchas por la libertad de elección. En el primer caso está la opinión de que un ser humano es tal únicamente cuando ha salido del vientre de su madre, por lo que cualquier interrupción del embarazo antes de tiempo no se califica como un atentado a un ser humano. En el caso de agrupaciones de mujeres, su principal argumento en defensa del aborto es la libertad de elección que se le debe proporcionar a la mujer, que al fin y al cabo, es la portadora de toda la responsabilidad y riesgo de engendrar a un futuro bebé, ante lo cual ningún agente exterior tiene el derecho de imponerle una decisión.
- Totalmente contra-aborto: encontramos en esta esquina a la mayoría de las religiones occidentales, más específicamente podríamos decir que el catolicismo y algunas corrientes protestantes son las más grandes exponentes, y en el caso de mi país (Chile), podríamos sumar también al gran auge de las iglesias evangélicas un voto en contra del aborto. Su defensa de la “vida” se sustenta en dos líneas argumentativas principalmente: una es que el nuevo ser es humano desde el momento de la concepción, que es cuando dios le impregna el alma humana, entonces incluso a nivel de óvulo fecundado, esta posición defiende que se le deben otorgar los mismos derechos humanos a la vida que tiene cualquiera de nosotros. Su otro argumento se basa en que la mujer no tiene poder de decisión en el tema, ya que ella es una mera portadora del regalo divino que es la vida.
- Aborto circunstancial: los defensores de esta posición argumentan sobre la base de condiciones para tener “derecho” a abortar: una es el aborto terapéutico, que es cuando continuar con el embarazo pone en serio riesgo la vida de la madre, cuando el feto viene con graves defectos o enfermedades que lo condenarían a una vida de sufrimiento, además de múltiples ocasiones que se dan cuando el feto muere dentro del vientre, entonces se interrumpe el embarazo para evitar un traumático parto de un bebé muerto. La otra línea de argumentación es el derecho a no engendrar un bebé no deseado, ya sea producto del descuido de la pareja o que la mujer haya sido víctima de una violación. En este último caso, se defiende aún más la posición cuando argumentan que hasta antes de cierto número de semanas de gestación (10 a 15 app) cuando el feto aún no se puede considerar humano, ya que no tiene la mayoría de sus partes humanas bien formadas, de hecho, comparten muchas características con fetos de aves y anfibios.
DEBATE
Pasando a lo que nos compete en este blog, quisiera
iniciar el debate con mi humilde opinión:
En
ningún caso deberíamos apegarnos a los nunca bien intencionados “absolutos”, es
decir, tanto la posición 1 como la 2 deberían estar fuera de discusión, y es
que tenemos que aprender de una vez por todas que tomarse las cosas de forma
muy literal nunca nos va a llevar a una
buena armonía. Se hace necesario legislar para cada caso en particular,
partiendo del establecimiento de condiciones básicas de entendimiento, por
ejemplo, definir de forma legal que entendemos por:
- Feto 100% humano.
- Aborto Terapéutico.
- Umbral temporal de aborto.
- Capacidad para criar un bebé.
- Derechos del feto y de la mujer embarazada.
Personalmente opino que la mujer
debería tener derecho a decidir si quiere tener al bebé o no hasta que los
médicos sepan con cierto grado de certeza en qué condiciones va a nacer ese
bebé (enfermedades, deformaciones, parto riesgoso, etc.). Ahora ese tiempo
durante el cual la madre tiene espacio para decidir debiera ser antes de que el
feto desarrolle todas sus capacidades humanas (físicas al menos), puesto que
pasado ese punto debería considerarse un ser humano (valga la redundancia), y
por ende adquiriría todos los derechos correspondientes (a la vida, siendo el más
importante). Ahora también se puede dar la situación de que se tenga que elegir
entre la vida de la madre o la del hijo, en tal caso, yo le daría todo el poder
de decisión a la madre (en el caso de estar consciente), o si no del pariente más
cercano.
Quisiera
terminar esta entrada, además de dejarles la cordial invitación a participar, con un pensamiento que se me vino
a la cabeza, en referencia al estatus de “ser humano” que la iglesia le da
óvulo apenas este es fecundado…
“Si el ser humano es tal posterior a la concepción, “no debieran
entonces las iglesias que defienden ese punto, promover el bautizo de ese óvulo
fecundado, para así transfórmalo en un verdadero hijo de dios y protegerlo de
la vida de pecado adentro del vientre materno?”